¿Quién delira la
Consejera de Sanidad o el pueblo canario?
Ante el desbordamiento
de los problemas de salud mental en los servicios de Atención Primaria, la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría, integrante del
Foro Social Canario por la Salud y la Sanidad Pública, alerta de que no existe
ningún tipo de investigación o control de estos pacientes por parte de la
Consejería de Sanidad y que sus registros, de los que se pavonea, son
ineficientes.
Al respecto, la titular de
dicha consejería del Gobierno de Canarias ha hecho, en el Parlamento de
Canarias, una demostración de la incapacidad manifiesta de los dispositivos que
dirige, no ya de abordar el origen de esta problemática que está en las
políticas neoliberales de su gobierno, entre otros, sino de conocer la realidad
de la misma como paso previo imprescindible para poder paliarla mínimamente
desde el sistema sanitario.
Sin embargo, la Consejera
considera que lo que se está viviendo en la sociedad canaria en cuanto a
trastornos psíquicos, adicciones e índice escandaloso de suicidios es poco
menos que un espejismo de la población y de los profesionales sanitarios y
pretende demostrarlo con unos registros francamente increíbles en los que
algunos trastornos disminuyen y otros apenas aumentan, y además, de los suicidios
mejor ni hablar. Eso sí, reconoce un incremento de los trastornos con ideas
delirantes, ¿quién delira la Consejera de Sanidad o el pueblo canario?.
Como pretendida
justificación para no reforzar el dispositivo asistencial, así como para no
cuestionar la aplicación global por su gobierno de las políticas neoliberales
de reducción del gasto público y toda su cohorte de recortes, reducción del
déficit, etc., igual le sirve a la Consejera para desempeñar su papelón de
"echarle cara" a la situación pero, desde luego, no se corresponde en
absoluto con la triste realidad.
La relación entre
desempleo, problemas de salud psíquica, adicciones y aumento de los suicidios
está bien establecida desde hace tiempo, también con el aumento de la
mortalidad por otras causas como enfermedades cardiovasculares y traumatismos.
Se puede hacer mucho
mejorando el acceso a recursos sanitarios y programas y mucho más aún
interviniendo sobre la situación laboral, la alimentación, la vivienda, etc.,
la clave radicaría en el efecto de la disminución de las desigualdades sociales
en la salud, para obtener ganancias en salud mejorando los determinantes
sociales de la misma.
Todo ello, para la
Consejera, es como si fuera chino, se lo ahorra negando la realidad, los
problemas no existen y por tanto no cabe hablar de las soluciones. Tanto unos
como otras deberían estar recogidas en el ausente plan de salud que permitiría
a la población canaria conocer cuales son las prioridades y la estrategia para
estos años, debiéndose poner en marcha un observatorio del suicidio que evalúe
su impacto.
No podemos evitar
preguntarnos ¿por qué sigue ahí Sra. Consejera?.